martes, 30 de noviembre de 2010

Reunificación

En el otoño de 1989 los ciudadanos de la RDA conquistaron el poder en tan solo unas semanas por medio de una revolución espontánea y pacifica desde abajo. El 9 de noviembre de 1989 cayó el Muro de Berlín, encarnación de la división de Alemania y símbolo de la Guerra Fría. La caída del muro estuvo precedida de una huida masiva de ciudadanos de la RDA que abandonaron su país de Praga y Varsovia y de la frontera húngara, que ya había sido abierta, así como de manifestaciones multitudinarias, sobre todo en Leipzig, protestas públicas de destacadas personalidades y activistas de los derechos humanos y un creciente clamor popular en favor de la libre circulación de personas.



Imagen: Alemania ya reunificada en 1990

Daniel Gutiérrez vivía cerca a Bremen donde estudiaba en la universidad y viajo con unos amigos una semana después de la caída del Muro de Berlín, “nos demoramos una eternidad en llegar pero decidimos ir debido que todo el mundo lo hacía con el afán de poder ser participes de las ruinas del muro”. En aquellos días si bien es cierto la gente estaba entusiasmada por la noticia, se vivía una incertidumbre por saber cuál sería el desenlace la RFA y la RDA.

Luego de muchos debates entre las autoridades de la República Federal y la República Democrática más Estados Unidos de América, la Unión Soviética, Gran Bretaña y Francia se discutió las condiciones de la unidad alemana en el ámbito de la política exterior y de seguridad. “El canciller Kohl fue uno de los impulsadores para unificar a Alemania, tanto él como todo su gobierno, la democracia cristiana” explica Daniel Gutiérrez. Como consecuencia se llegó a la firma del Tratado 2+4 firmado el 12 de septiembre de 1990 en Moscú. En el cual se restableció la plena soberanía de Alemania sobre su territorio. “El canciller Kohl optó por la reunificación por dos razones: ese mismo año (1990) se desarrollaban las elecciones en la RFA y el partido cristiano no era el favorito, es por eso que Kohl decide prometer que iba a realizar todo lo posible para la reunificación y así a la vez llegaría al poder” Resolviendo así las cuestiones de Alemania internamente. De ahí en más todo fue esfuerzo entre las dos repúblicas.


Una vez reunificada, se estableció un apoyo económico para la RDA, pues no estaba en el mismo nivel de la RFA. Daniel Gutiérrez explica las diferencias que tenía que afrontar ahora Alemania: “En las ciudades de la exRDA ya no se nota en realidad la diferencia, en estos 20 años se han reconstruido ciudades como Dresde, Leipzig, se han invertido mucho dinero. También hay muchas universidades, que han crecido.



Efectivamente las grandes ciudades de la ex RDa se han modernizado y han alcanzado un desarrollo pleno, pero pues dónde realmente se nota una gran diferencia es en las zonas rurales. Allí a los lejos, en los pequeños pueblos que dónde todavía no les ha llegado toda la prosperidad de Alemania Federal. Actualmente el nivel de desempleo es mucho más alto en la antigua RDA en comparación a la antigua RFA.

"Pero lo que más se siente es una cierta nostalgia, pues por amigas alemanas que tengo (explica Gutiérrez) que vivieron y crecieron en la ex RDA, me decían que no todo era malo, el sistema educativo era netamente gratuito, era un país de un empleo pleno, no existía el desempleo. Se ocupaban de los niños pues a trabajar las mamás y los papás el estado se podía encargar de tus hijos"

Ahora el reto está en poder establecerse en el mundo como Alemania y el primer paso es la integración a la Unión Europea que ya lo realizo con éxito en el 2008. Alemania es la locomotora de Europa, explica Gutiérrez:"La industria automotriz está muy desarrollada en Alemania y pues son la Locomotora de la Unión Europea, aunque franceses e ingleses no quieran aceptarlo "

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